ESTUDIOS Y FORMACIÓN QUIROPRACTICA
La formación de los quiroprácticos es universitaria, equivalente a una licenciatura en España.
La carrera de Quiropráctica tiene una duración de cinco-seis años académicos (el número de cursos académicos varía según los países), lo que equivale a unas 5.500 horas lectivas.
Actualmente, en España existen dos centros donde se imparten los estudios de Quiropráctica, Madrid-El Escorial- Real Centro Universitario María Cristina-Madrid College of Chiropractic (Reconocido por el Congreso de Educación Quiropráctica) y Barcelona, Barcelona College of Chiropractic(BCC).
La formación del profesional en Quiropráctica le capacita para ejercer como facultativo de atención primaria, pudiendo diagnosticar, consultar o determinar si el paciente debe seguir tratamiento médico en vez de o al mismo tiempo que quiropráctico, y en su caso referirle a otros facultativos.
Para asegurar la uniformidad de la enseñanza y la calidad de la educación impartida en todas las instituciones acreditadas para impartir la licenciatura en Quiropráctica se han creado los Consejos Acreditativos, que supervisan los planes de estudios e inspeccionan las universidades que las imparten
LA QUIROPRÁCTICA en España, a pesar de estar reconocida como profesión sanitaria por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), y de tener carácter sanitario en la mayoría de los países desarrollados del Mundo, entre ellos muchos países europeos como Reino Unido, Francia, Portugal, Italia, Dinamarca o Suiza, y en algunos de ellos con reconocimiento de profesión sanitaria de salud básica, NO ES UNA PROFESIÓN SANITARIA Y NO HA SIDO OBJETO DE REGULACIÓN EXPRESA EN ESPAÑA.
Al ser la normativa sanitaria una cuestión de Derecho interno y reservado a la soberanía de cada País miembro de la UE, la profesión quiropráctica en España se encuentra en una situación de vacío normativo. Desde la Asociación Española de Quiroprácticos (A.E.Q.) se ha solicitado ante las Cortes y los Ministerios competentes en materia de Sanidad y Educación que el Parlamento impulse el proceso legislativo que reconozca el carácter sanitario y la sustantividad propia de la profesión quiropráctica. En los países que cuentan con regulación legal, la licenciatura en Quiropráctica se obtiene al finalizar los programas educativos de 5 o 6 años.
Mientras tanto, dichos títulos cumplen todos los estándares de calidad y excelencia que exige el Consejo de Educación Quiropráctica Europeo (E.C.C.E.), y paradójicamente, los titulados españoles podrán ejercer como profesionales sanitarios oficiales en otros países como Estados Unidos, Francia o Inglaterra, pero no en el suyo propio.
La Asociación Española de Quiropráctica (A.E.Q). fue creada y reconocida por el Ministerio del Interior en 1986, incluye a 300 miembros que posean un título universitario reconocido por el Consejo de Educación Quiropráctico Europeo, lo que garantiza el cumplimiento de los más altos estándares de calidad en el ejercicio de esta profesión a nivel Europeo, pero lamentablemente, hasta la fecha, los títulos y diplomas NO SON TÍTULOS OFICIALES EN ESPAÑA.
La profesión quiropráctica nació en 1895 en Davenport (EE.UU). Fue Daniel David Palmer el primero que realizó con éxito el primer ajuste vertebral, corrigiendo el desplazamiento de una vértebra a Harvey Lillard, un paciente sordo quien, inmediatamente, recuperó el oído.
El buen resultado de este primer ajuste desató una cadena de investigaciones en Estados Unidos que originaron el nacimiento de la quiropráctica. El importante crecimiento detectado en Estados Unidos y Canadá y, posteriormente en otros países de Europa y del mundo, se basó en los buenos resultados clínicos y científicos, así como en el apoyo de los pacientes. En los últimos años, esta ciencia ha suscitado un interés creciente, por lo que se ha convertido en el objeto de numerosos estudios sobre sus métodos y eficacia.
En la actualidad, la quiropráctica se enseña y practica en todo el mundo. Hoy en día existen unos 90.000 profesionales quiroprácticos repartidos por los cinco continentes.
En Europa, las condiciones en las que ejercen la profesión son notablemente diferentes. En Reino Unido, Suiza, todos los países nórdicos, Bélgica, Francia, Portugal, Italia, Chipre, Liechtenstein, Malta y Alemania el quiropráctico trabaja de manera independiente, integrado en el sistema sanitario al nivel de un médico o un odontólogo y sus servicios están total o parcialmente cubiertos por la seguridad social o seguros privados. En otros, como España, donde aún no se ha alcanzado el reconocimiento de la quiropráctica, desde la AEQ se está trabajando con las instituciones  para su regularización.
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