Los esperados veranos en la playa habitualmente se acompañan de deliciosos cucuruchos de helados propios de las costas de Levante que nos ayudan a pasar las altas temperaturas del mes de Agosto. Cómo olvidar también esos voluminosos pasteles rellenos de crema que se degustan en el Norte y nos suministran calorías extra y a la vez satisfacción para los tiempos veraniegos, o esos exquisitos dulces chocolates de la Farga condimentados con cacao que al llegar a nuestro paladar alumbra una descarga de energía a nuestro cerebro, o incluso aquellos templados licores gallegos extraídos de la finas hierbas de la Ribeira-Sacra que nos ayuda a digerir esa excesiva comida campestre, o esos perfectos granizados o Cocteles que nos acompañaron cuando contemplamos con melancolía el final del verano bajo el luminoso cielo estrellado del Mediterráneo.
Pero ahora que retornamos del descanso estival, deberíamos depurar nuestro organismo y eliminar esos excesos de azúcares aunque sea una tarea difícil alejarlos de nuestros deseos.
Y entonces nos preguntamos.. ¿por qué se aconseja tanto disminuir el Azúcar?.
La propia Organización Mundial de la Salud en su directriz de 2015 sobre ingesta de azucares en adultos y niños , recomienda reducir el número de azucares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total y aconseja que una reducción por debajo del 5% podrá incluso producir beneficios adicionales para la salud, por tanto el problema no es el azúcar sino su exagerado consumo
Poco podían imaginar en el subcontinente indio donde se inició la producción en la Antigüedad, que luego se expandió a la China y más tarde a Europa a través de los cruzados, que el Azúcar se convertiría en unos de los grandes problemas de salud del siglo XXI.
El azúcar común y el azúcar de mesa es sacarosa, un disacárido que se compone de glucosa y fructosa. Las células para funcionar necesitan glucosa y se metabolizan, pero la fructosa no es igual y debe ser metabolizada en el hígado, aumenta la resistencia a la insulina, incrementa el ácido úrico, provoca obesidad en un consumo excesivo y además es un agente proinflamatorio por lo que está relacionado con la aceleración del envejecimiento.
El Azúcar está presente en la fruta , y cuando consumimos una pieza de fruta, la fructosa se mezcla con vitaminas , fibra, minerales y ayuda a moderar sus efectos tóxicos, tiene además un contenido de fibra que disminuye la velocidad a la que se ingiere disminuyendo el apetito, y limita la cantidad de azúcar que se puede absorber en cada ocasión. Por tanto es más saludable ingerir una pieza de fruta que los zumos azucarados.
En definitiva, a la vuelta de nuestras vacaciones debemos recuperar aquellos hábitos saludables, intentemos consumir en lugar del pastel de crema una pieza fruta apetecible, en vez del Licor o un Cóctel prepara para tu nevera una jarra de agua de pepino con limón, y en sustitución del helado puedes degustar unas apetecibles frambuesas bañadas en hielo con unas gotas de menta, y no olvides recuperar el ejercicio físico regular, logrando así disminuir esos kilos sobrantes adquiridos durante estas vacaciones.